El clown es una técnica teatral que nos permite recuperar la espontaneidad y libertad de juego que todos tenemos. El entrenamiento está basado en el juego y placer personal década individuo, nos enseña a disfrutar del ridículo, reírnos de nosotros mismos, ser sinceros con lo que sentimos y nos pasa en escena y eso ponerlo en juego.
El clown es un trabajo muy valioso para los artistas de todas las disciplinas y para cualquier persona que quiera jugar.

Durante el entrenamiento se realizan ejercicios para trabajar el impulso creativo, imaginación y asociación mental con consignas abiertas, para poder llegar a la inmediata adaptación de lo que sucede en ese mismo instante. Todos los ejercicios de clown tienen esta característica, entrenar la velocidad de reacción espontánea e inmediata a una propuesta, sin pensar, solo ver que nos sale desde nosotros mismos tratando de crear un camino propio, es decir sin copiar lo ya existente artísticamente. Esto trae muchas veces incomodidad, que es la que surge de avanzar hacia un territorio desconocido y de la cual
nos tenemos que hermanar.

En la primera etapa del taller se realizan distintos tipos detrabajos corporales, improvisaciones, con y sin nariz utilizándola como máscara, ya que
hace que todas las máscaras posibles que tengamos se caigan frente a la posibilidad de ocultarse ante una verdadera, esto nos trae sinceridad en el trabajo, que seamos verdaderosy honestos con lo que nos pasa y sentimos y sobre todo con nosotros mismos.

La vida del clown está teñida por el juego. En cada una de sus acciones, por más simples y tontas que sean, el clown juega y se divierte. Posee un espíritu juguetón, espontáneo y amoroso frente a todo, una actitud abierta y receptiva ante cualquier propuesta de juego, un espíritu ávido de nuevas experiencias brindándose a los demás y siempre listo a sorprenderse. El trabajo es poder dar el salto, poder entrar al juego.
El Clown posee un estado de positividad extrema, que hace que quiera hacerlo todo sin importar que es lo que hay que hacer. Jamás dice no, eso no está en su vocabulario.

El trabajo consta de sacar fuera nuestro lado más tonto, nuestra propia ridiculez. El ridículo es el alma guardada de cada uno de nosotros, nuestra zona más vulnerable e íntima. Lo importante es aceptar esa parte nuestra que nos pertenece y permitir que todos la vean, porque es ahí cuando aparece nuestro clown, cuando dejamos ver nuestra ridiculez, nuestras zonas íntimas.

Uno de los pilares de la técnica es el público. El trabajo consiste en establecer un puente de comunicación y complicidad con él, poder transmitir en forma directa y ser cómplice de lo que está pasando en realidad entre los clowns, o el público, hacerlo explícito, compartir ese hecho de comunicación, el clown y el público. Es por eso que a diferencia del teatro convencional no existe la llamada cuarta pared en esta técnica. La atención del clown esta prioritariamente puesta en lo que le pasa internamente y como eso lo traslada al público. El clown ve, mira y percibe al público.